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Discutió con vecinos y les disparó: una mujer murió

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En la calle Portela al 1300 dos mujeres miran el asfalto. Señalan y rodean una aureola negra, al costado de un contenedor. Hablan entre ellas, un tercero se acerca y explican: «Es la marca de la sangre que quedó del viernes». Pasaron más de 30 horas, es domingo a la tarde, en el límite entre Parque Avellaneda y Flores, y la cuadra no termina de sacudirse la muerte de una de sus vecinas.

En la noche del viernes, Patricia Alejandra Juan, de 41 años, fue asesinada de un balazo en el pecho y su pareja fue herida en el abdomen tras ser atacados a tiros durante una discusión con un vecino, con el que mantenían conflictos previos por problemas de convivencia.

En Portela 1337 hay una empresa de transporte de camiones. Detrás de un portón negro con el apellido «Porchietto» pintado en blanco y mayúscula, se acumulaban camiones que trasladan vehículos, los conocidos «mosquitos», que pueden llevar entre 8 y 12 autos, según el tamaño. Esos camiones fueron el origen de una serie de discusiones que se acumularon durante por lo menos diez años y el viernes terminaron detonando el asesinato.

Alrededor de las 22, en ese mismo frente, Héctor Roberto Porchietto, de 54 años y pareja de Patricia Juan, discutió con Clemente Omodeo, un hombre de 74 años que vive enfrente de la empresa de transporte. No era la primera vez que los vecinos de la cuadra los encontraban peleando a los gritos en medio de la calle.

Clemente Omodeo sacó un revolver Doberman calibre 22, disparó e hirió a Porchietto en el abdomen. Al escuchar los gritos de su pareja, la mujer salió para ver qué ocurría, y el agresor le disparó en el pecho. Ella murió a los pocos minutos, tirada en la vereda. Porchietto, en tanto, fue trasladado por una ambulancia del SAME al Hospital Piñero, en Flores, donde quedó en observación.

Patricia Juan era oriunda de San Pedro, a 170 kilómetros al norte de la Capital. La pareja estaba por viajar a esa ciudad cuando sus planes fueron interrumpidos por la discusión. «Patricia y su pareja tienen una empresa de camiones y la molestia del hombre era que entraban y salían, hacían ruido, pero tienen todo autorizado para poder trabajar en el lugar», dijo a la prensa Oscar Basualdo, un amigo de la familia de la víctima. Si bien Basualdo contó que el agresor minutos antes había llamado a la Policía para denunciar que lo estaban «molestando» (no era la primera vez que recurría al 911 para quejarse), él consideró que, en realidad, tenía todo planeado.

«Cuando se quedó sin balas los vecinos lo lincharon», agregó Basualdo a la prensa. Ayer, en Portela al 1300, los frentistas decían que los golpes al agresor en realidad fueron dados por los empleados del transportista. El hecho es investigado por Osvaldo Rappa, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional de Instrucción 35, quien dispuso el peritaje balístico del arma e imputó al sospechoso de homicidio. Omodeo, entonces, permanecía detenido en una dependencia de la Policía de la Ciudad.