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Nuevos estudios confirmarían contaminación en las líneas C, B y E de amianto

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 La polémica por la detección de amianto en vagones del subterráneo de la Ciudad volvió a tomar escena tras las nuevas denuncias que realizaron los metrodelegados y luego de que se supiera que uno de los trabajadores del Metro de Madrid que desarrolló asbestosis falleció la semana pasada.

Ahora, un análisis del Departamento de Geología de la Universidad Nacional del Sur concluyó que hay asbesto en autopartes de los coches comprados al Metro de Madrid en 2011. El estudio  determinó que hay contaminación en las formaciones Nagoya 300 de la Línea C, en las formaciones Mitsubishi de la B y también en la E.

Según informó la universidad, la pesquisa estuvo a cargo de la doctora Leticia Lescano, docente en el Departamento de Geología de la UNS e investigadora de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires en colaboración con el doctor Pedro Maiza, Profesor Consulto de la misma universidad.

Ella realizó su doctorado sobre contaminación ambiental con asbestos. Con el grupo que integra trabajan habitualmente en determinaciones de presencia de este material en espacios públicos, industriales, materiales de construcción, minería, entre otros.

En una entrevista radial Lescano dijo que “Fuimos contactados por los delegados de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro para hacer detección en discos o pastillas de frenos, apagachispas, resistencias, placas de contactos de luces, fibrocemento, tableros y otros componentes eléctricos”.

“Hicimos más de 50 muestras en diferentes flotas, fue un trabajo muy arduo y muy riguroso, y lamentablemente dio positivo en muchas muestras. El asbesto es un material peligroso, que está prohibido, y que debe tratarse con muchos recaudos por su implicancia ambiental y para la salud”, explico la especialista.

“Primero analizamos los discos de freno, porque históricamente se usaban estas fibras por su resistencia, aunque ahora se reemplazaron por fibras artificiales y allí no detectamos asbesto. Pero los discos se cambian periódicamente. Luego seguimos con muestras en materiales permanentes en talleres donde empleados trabajan continuamente, y encontramos asbesto en tableros eléctricos, recubrimientos de caños (aisladores), fibrocemento y apagachispas”, agregó la especialista.

“Hay que aclarar que esta existencia de asbesto no representaría peligro para los pasajeros de los subtes, pero si para los trabajadores que están expuestos al manipuleo y acumulación de los componentes y partes”, dijo.

“Es importante ver dónde está el asbesto y cómo está. Cuando se ha colocado hace mucho suele haber volatilización por antigüedad o rotura del material y la posible inhalación de quienes trabajan con esos materiales, si es permanente, es riesgosa. Por eso es importante hacer controles ambientales que están regulados por leyes nacionales”.

El asbesto, también llamado amianto, es el nombre de un grupo de minerales metamórficos fibrosos. Debido a sus excelentes propiedades aislantes, mecánicas, químicas y de resistencia al calor y a las llamas, y su relativo bajo costo, se ha usado en numerosas aplicaciones industriales como materiales de construcción, productos de fricción. Es un material termo-eléctrico resistente que ante exposición prolongada puede provocar cáncer con una alta tasa de mortalidad.

Desde Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) confirmaron que iniciarán acciones legales contra Metro Madrid, para determinar si vendieron los coches a sabiendas de que tenían un material prohibido desde 2001 tanto en España como en Argentina. De avanzar con esta medida, los análisis llevados a cabo por los investigadores de la UNS serán de suma importancia. Hasta el momento, la mayor parte de los vagones han sido retirados del servicio de pasajeros.