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Interna Pro: el pacto «anti-daños» colaterales

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Algunas cosas juegan en contra. Mostrar las miserias de cada uno de los candidatos no parece hacerle nada bien a la imagen de Mauricio Macri de cara a las presidenciales.

Con una imagen positiva superior a los 75 puntos en la Ciudad, el PRO tiene altísimas posibilidades de retener el gobierno en la segunda vuelta que se disputará el 29 de julio próximo, aunque no faltan optimistas que ven posible obtener más del 50% de los votos tres semanas antes. Pero todas las miradas se posarán en la interna que decidirá el candidato del partido amarillo dentro de dos semanas.

«Estamos viviendo una interna que está latente desde hace ocho años. Y me parece que Gabriela tenía más ganas de dirimirla que Horacio».Los sondeos publicados en los últimos días muestran paridad entre Larreta y Michetti, con el ministro coordinador en ascenso y la senadora intentando mantener su caudal de votos. Sin embargo, desde el michettismo niegan la paridad.

«Estamos ocho puntos arriba de Horacio», explica un importante aliado de Michetti, que acompaña a Macri desde sus primeros pasos en la política. Del lado del premier, niegan esa ventaja, se aferran a una paridad cercana a los 20 o 22 puntos, pero dentro de las mismas oficinas donde defienden la performance de Rodriguez Larreta dicen que ambos candidatos suman un caudal de votos cercano al 50%. «Si hablan del 50 en el larretismo, la diferencia es nuestra», cruzan los voceros ministeriales que levantan el estandarte de la única precandidata que tiene el PRO.

Como en cualquier interna oficialista, la senadora tiene por delante una dificultad: diferenciarse de su rival sin caer en agresiones personales ni distanciarse de la gestión que el PRO, con alta adhesión en Buenos Aires.

Para apuntalar su campaña, Michetti imprimió folletos y cartelería con el slogan «Mauricio en el País, Gabriela en la Ciudad», y produjo una serie de spots. Uno la muestra en pleno festejo de su victoria en las legislativas de 2013 junto a una pequeña en brazos. Se trata de Antonia, la menor de las herederas del alcalde. Ese video, aseguran en el macrismo-larretismo, fue el causante de un chispazo devenido en incendio que desde el PRO aún intentan controlar sin demasiada suerte. «Rompió las reglas que habíamos acordado», se quejaron desde la nueva sede de gobierno, en Parque Patricios, convertida en búnker del ministro coordinador. Ese «pacto», juran, incluía la prohibición de utilizar la imagen o el nombre del ex presidente de Boca Juniors.