«El lunes se realizará un plenario de delegados, a puertas cerradas, en el que se evaluará el desarrollo del conflicto y las nuevas medidas que llevaremos adelante en el marco del plan por continuar discutiendo las paritarias y exigiendo el retiro de las sanciones a los compañeros que levantaron molinetes», afirmó a Télam Enrique Rositto, secretario de prensa de la AGTSyP.
El conflicto comenzó a mediados de abril, porque los metrodelegados no aceptan el acuerdo paritario del 15,2% en tres cuotas firmado que la Unión Tranviarios Automotor (UTA) firmó con Metrovías y la Subsecretaría de Trabajo Porteña.
La cuestión es que, en marzo pasado, la Corte Suprema le quitó a la AGTSyP la personería gremial, que le había sido otorgada por el gobierno kirchnerista. Y la UTA es el único sindicato habilitado para discutir los salarios.
Y ahora los metrodelegados se pusieron en pie de guerra contra una paritaria con un aumento al que consideran insuficiente y reclaman que los dejen participar en las negociaciones. Quieren que reabran las paritarias y poder negociar con el gobierno, pero la justicia no lo permite.
Inicialmente, el gremio disidente comenzó a protestar levantando molinetes. Después, hicieron una ronda de paros rotativos. En el marco de las protestas, Metrovías suspendió a 150 trabajadores.
El martes, de 0 a 12, los metrodelegados estaban haciendo un paro en las líneas E y H cuando la Policía de la Ciudad bajó a los túneles de la estación Las Heras. Hubo un enfrentamiento, porque desde Metrovías intentaban ofrecer un servicio de emergencia y los gremialistas lo impedían. Fue entonces que lo detuvieron a Segovia, entre un total de 16 trabajadores.
La última medida de fuerza fue el jueves, cuando los metrodelegados liberaron molinetes en la línea H y entregaron folletos explicativos del conflicto del subte a los usuarios. Y este lunes anunciarán más medidas de protesta que podrían complicar a las 1.300.000 personas que viajan en subte por día.
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