Ciudad

Polémica: la Justicia porteña ordenó a las empresas de internet bloquear a Uber

Ciudad

La pelea judicial en torno a la presencia de Uber en el país nunca termina y ahora sumó un nuevo y polémico capítulo. Tras un fallo judicial, el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), les ordenó a las prestadoras de internet que bloqueen el acceso de los usuarios a la aplicación y el sitio web de viajes. Las empresas tienen que responder por estos días pero varias ya confirmaron que, por cuestiones técnicas, no podrán impedir el uso de la app aunque sí clausurarían el dominio web.

Desde el ENACOM, notificaron a las empresas luego de un fallo de la Sala II de la Cámara de Apelaciones en lo Penal, Contravencional y de Faltas de la Ciudad, firmado en febrero. Los jueces Fernando Bosch y Marcela de Lange ordenaron impedir el acceso de los usuarios a las plataformas digitales de Uber, en el marco de una causa iniciada de oficio hace dos años por el fiscal contravencional Martín Lapadú. El fondo de la cuestión es que Uber funciona como empresa de transporte sin habilitación de parte del Gobierno de la Ciudad. De hecho, desde la misma llegada de Uber, tanto las organizaciones de taxistas como el propio Gobierno buscaron la manera de bloquearla.

Aunque el fallo de Cámara fue apelado por Uber, el ENACOM tuvo que notificar a las prestadoras de Internet y telefonía móvil: Telecom Argentina SA, AMX Argentina SA, Telmex Argentina SA, Telecom Personal SA, Telefónica Móviles SA, Telefónica de Argentina SA, Cablevisión SA, Nextel Communications Argentina SRL y Techtel LMDS Comunicaciones Interactivas SA.

Según dicen, la medida de bloquear la página web, no afectaría tanto a los usuarios ya que en el mayor porcentaje se pide por la aplicación pero sí podría complicar algunos trámites que los conductores que trabajan para Uber hacen mediante esa web. Y queda pendiente una pregunta, por ahora sin respuesta: ¿qué pasaría si Uber abriera un nuevo dominio, con otro nombre?

Por lo pronto, la aplicación seguirá funcionando. En Uber afirmaron lo siguiente: “La Fiscalía está intentando avanzar con una jurisprudencia peligrosa que envía señales negativas al mundo. La sentencia desoye lo expresamente advertido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que el bloqueo de la página de Uber es ilegal y viola los tratados de DDHH suscritos por la República Argentina. Además, la sentencia viola la neutralidad de la red, anula la libertad de expresión en Internet y atenta contra el federalismo, ya que un juez de la Ciudad no puede afectar con sus medidas a 24 provincias, como ocurre en este caso”.

Ese es, precisamente, uno de los puntos más polémicos de esta decisión judicial: que en una causa iniciada por un fiscal porteño ante un tribunal local se termina ordenando a un organismo nacional, como el ENACOM, que le ordene a empresas que operan en todo el país bloquear a una empresa que, en definitiva, es internacional.

De hecho, si se aplicara el bloqueo pedido por la Justicia, habría consecuencias incluso fuera del país. Por ejemplo, los argentinos que tuvieran un servicio de internet con una empresa local y estuvieran fuera del país usando el roaming, no podría tomar un Uber en otra ciudad, porque quedarían bloqueados. Tampoco un turista que viniera a Buenos Aires podría pedir un viaje.

La polémica decisión judicial generó preocupación en el sector. La Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (ASIET) y la GSMA, que reúne a operadores móviles de todo el mundo, expresaron que “el bloqueo de contenidos y servicios de internet constituye una medida extrema que tiene potenciales efectos nocivos sobre la integridad y seguridad de la red y de ningún modo constituye una solución al problema de fondo que la Sala II pretende resolver. Se trata de una medida de difícil aplicación técnica y que sitúa a las operadoras móviles en un rol que no les corresponde”.

Mientras sigue la pelea en la Justicia, Uber no para de crecer. En abril, por ejemplo, 500.000 personas, entre pasajeros y choferes, coordinaron viajes. Y ya hay 32.000 conductores registrados. La app funciona incluso pese a que la propia Justicia porteña ya había bloqueado los pagos con tarjeta de crédito.

La pregunta que tendríamos que hacernos todos los argentinos es si todo esto es en razón de no aceptar que la tecnología avanza o si verdaderamente es porque algunos se quedan sin trabajo.