Organizaciones y vecinos del barrio de La Boca reclamaron frente a la Legislatura de la Ciudad la paralización del proceso de privatización de los terrenos públicos conocidos como Casa Amarilla y presentaron un recurso de amparo para que se anule la licitación y se declare ilegal el procedimiento de traspaso de las tierras, ya que no pasó por el Legislativo local.
«Ayer presentamos una acción de amparo pidiendo la declaración de nulidad e ilegalidad de la resolución que inicia esta licitación pública, que tiene previsto abrir los sobres el próximo 19 de enero, y que nosotros creemos que está direccionado para que esas tierras pasen al Club Boca Juniors», aseguró el representante legal de los vecinos, Jonatan Baldiviezo.
Bajo el lema «¡Los terrenos son del barrio de La Boca! ¡No al estadio shopping!», los vecinos se manifestaron en contra de «la cesión de terrenos públicos a un privado, contra la elitización del barrio, de la ciudad y del club Boca Juniors (CABJ), y por el cumplimiento y garantía de los derechos de todas las personas afectadas».
Los vecinos vienen reclamando contra el avance de la privatización de espacios públicos y los procedimientos irregulares desde 2014, cuando en noviembre de ese año detectaron «la intención del Club Boca Juniors de quedarse con los terrenos lindantes al club que son lo de Casa Amarilla», aseguró Natalia Quinto, vecina del barrio e integrante de la organización La Boca resiste y propone.
Aseguró que esos terrenos estaban destinados en primera instancia a la construcción de viviendas sociales y que de las 1.200 casas que se iban a construir se construyeron solo 430, hasta que en 2010 el Instituto de la Vivienda (IVC) transfirió las tierras a la Corporación Buenos Aires Sur, «sin previo paso por la Legislatura, como establece la Constitución», tras lo cual la Corporación recibió un proyecto presentado por la dirigencia de Boca Juniors para construir en esos terrenos un estadio shopping.
Los terrenos abarcan aproximadamente cuatro manzanas, donde actualmente hay canchas de fútbol que se usan los fines de semana y que «son las únicas canchas libres que tienen los chicos del barrio, ahí se realizan torneos, ensaya una murga y un grupo de candombe», dijo Quinto.
«El lugar necesita mantenimiento y estuvimos de acuerdo que se declare la utilidad pública de los terrenos, que también implica un compromiso por parte del Estado porteño», señaló.
Facebook
Twitter
RSS