La cárcel de Devoto, el único establecimiento penitenciario en funcionamiento dentro de la Ciudad, delimitado por las calles Bermúdez, Nogoyá, Desaguadero y Pedro Lozano, es un problema para los vecinos del barrio.
El Gobierno Nacional y el de la Ciudad iniciaron reuniones de trabajo para avanzar en el traslado de la cárcel de Devoto en respuesta a un reclamo histórico de los vecinos de la zona, que piden el cierre del complejo de detenidos, pero también para sumar una iniciativa a la reforma integral del Servicio Penitenciario Federal, que incluye un nuevo modelo de establecimiento de reclusión.
Los encuentros entre ambos Estados apuntan a dar forma a un convenio de colaboración que determine, por un lado, las distintas etapas en que se llevarán adelante el cese de funciones del complejo y el traslado de las personas privadas de la libertad que habitan en esa cárcel -calculadas en 1.600-, y también que establezca cómo será el financiamiento de todo el proceso.
Fuentes del Ministerio de Justicia nacional informaron que permanece en pie la mudanza de ese establecimiento penitenciario a la zona de Agote, en el partido bonaerense de Mercedes, tal como fue estipulado en 2011, pero que ello demandará un tiempo ya que sólo fue ejecutado un 6 por ciento de la obra, por lo cual el nuevo lugar podría estar listo en tres años.
No obstante, analizan la posibilidad de generar nuevos cupos a través de la construcción de pabellones lindantes a los complejos penitenciarios ya existentes. Un grupo de vecinos se reunió la semana con funcionarios del Gobierno de la Ciudad a fin de reiterarles un pedido que lleva muchísimos años.
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