Un vehículo se incrustó esta mañana en un local de cueros de Villa Crespo, a la altura de Scalabrini Ortiz y Murillo, y después de destruir las rejas y la vidriera, quedó abandonado en medio del negocio. No es la primera vez que en la esquina hay un accidente de este tipo: el dueño del lugar contó que ya había sufrido tres choques similares. El conductor fue demorado por la Policía.
«Estamos cansados. Los autos doblan y no frenan. Pedimos pilotes de contención de cemento o una especie de reja para que los conductores vean bien la esquina. El problema es que acá justo termina la avenida Scalabrini Ortiz y hay que doblar obligatoriamente por Murillo, pero no está señalizado prácticamente. Si vienen a mucha velocidad no ven nada y se llevan el local puesto», contó Alan, dueño del negocio de cueros «Kodigo», en declaraciones al canal C5N.
El año pasado, el local de Scalabrini Ortiz 8 sufrió dos accidentes similares en sólo un mes: un taxi se incrustó en septiembre y un auto con cuatro jóvenes, en noviembre. Además, ya había un antecedente de 2014.
Según los vecinos, el Citroën C4 blanco, patente PPY 205, circulaba esta mañana por Scalabrini Ortiz a alta velocidad y quiso doblar la derecha. Fue en ese momento cuando perdió el control y terminó rompiendo la entrada del local. Viajaban el conductor junto con un acompañante.
«Esta esquina es un peligro. Tendrían que poner reductores o lomos de burro, porque encima hay una plazoleta donde a veces hay chicos jugando», opinó un vecino. Y otro aclaró: «También hay una heladería y los vecinos se suelen sentar afuera a tomar un helado, sin pensar que cualquier vehículo puede atropellarlos».
La Policía continuaba a media mañana trabajando en el local donde se incrustó el auto para poder retirar el vehículo. Mientras tanto, Alan pensaba cómo seguir: «Voy a tener que cerrar por un tiempo. Las veces anteriores también tuve que reparar o cambiar la reja y el seguro cubre sólo una parte. Esto me saldrá unos $ 200 mil. Hoy voy a tener que vaciar todo el lugar, que no es nada simple», sostuvo. Y agregó: «Estoy acá hace unos ocho años. Quisimos poner nosotros pilotes de contención, pero no se puede porque si llega a haber un accidente somos los responsables. Eso tiene que solucionarlo el Gobierno de la Ciudad».
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