En el marco del plan integral anunciado para revalorizar el Casco Histórico, que incluyó nuevas veredas, más iluminación y contenedores, ahora la Ciudad se puso en campaña para que las fachadas recuperen su color original, a través de un producto antigrafiti creado en el país y que ya fuera utilizado en los coches del subte.
En una primera etapa, la iniciativa abarcó 20 frentes de casas y comercios entre la Avenida de Mayo, Brasil, Perú y Paseo Colón, en San Telmo. Luego, y según los resultados, la limpieza llegará a más sectores.
Patricio Di Stéfano, subsecretario de Uso del Espacio Público, destacó que estos trabajos no tuvieron costo alguno para el Ejecutivo porteño porque fueron realizados por personal de mantenimiento de la Ciudad. Así, tampoco fue necesario contratar a una empresa privada. “Es importante optimizar los recursos para hacer un trabajo más eficiente, y sin tener que acudir a terceros”, indicó el funcionario.
Para limpiar los grafitis, se utilizó un producto inventado en la Argentina por la empresa Solmi, que también fue la encargada de los trabajos en el subte. Este removedor respeta la pintura original, no contamina el ambiente y limpia el grafiti sin que caigan restos al piso. “Si vuelven a pintar, el vecino podrá sacarlo con un trapo con agua”, señaló Di Stéfano.
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