
El 1 de octubre pasado se conmemoró según la ONU, el Día Internacional de las Personas de Edad. Probablemente, hayamos pensado o recordado automáticamente a nuestros abuelos, aunque paradójicamente, son tiempos en donde la imagen tradicional de “abuelo” no se condice siempre con la realidad. Hoy en día, hay abuelos a los 40 años, y además, el término excluye a un montón de personas que no ejercen ese rol. En este marco, es hora de que pensemos de forma abierta de quiénes hablamos cuando nos referimos a los grandes de nuestra comunidad. Y a su vez, que tomemos consciencia de cuáles son sus necesidades, sus demandas y sus derechos.
Sobre la necesidad de respetar realmente a los mayores Federico Saravia Presidente del Consejo Económico y Social de la Ciudad de Buenos Aires dialogo con Facundo Pastor en Radio La Red.
«Según datos de la ONU, entre 1950 y 2010, la esperanza de vida en todo el mundo aumentó de los 46 a los 68 años, y se prevé que siga aumentando hasta los 81 años para fines del siglo. En la Ciudad de Buenos Aires, donde somos casi 3 millones de personas las que vivimos, contamos con una población envejecida (los de 65 años y más representan más del 23% del total). Sin embargo, estos datos no deberían llamar la atención: en ciudades europeas como Savona (en Italia), hay más gente con más de 65 años que en edad de trabajar. Es decir, que estamos en presencia de un fenómeno global» Comentó Saravia
Según un estudio de la Dirección General de Estadística y Censos (DGEC) del Ministerio de Hacienda porteño, cuatro comunas tienen “más del 50 por ciento de adultos mayores en su población potencialmente dependiente”: las comunas 2, 6, 13 y 14 (es decir, Recoleta, Caballito, Núñez, Belgrano y Colegiales y Palermo). Frente a este panorama, hay que considerar una serie de variables que hacen a la calidad de vida para todas las personas grandes en la Ciudad a las cuales las políticas públicas deberían prestarle atención.
El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires implementó este año el programa de inclusión digital, denominado +Simple, que consiste en la entrega de tablets con secciones específicas como Noticias, información sobre Salud, una agenda cultural, trámites, etc.
«Pero indudablemente, . Hay sin dudas otras problemáticas mucho más concretas y urgentes que afectan a los adultos mayores, a menudo invisibilizadas en las agendas públicas, y que debemos tomar como prioridad». Argumenta Saravia
En lo que hace a la infraestructura y a la arquitectura de la Ciudad, el área de Tercera Edad de la CABA confeccionó un “Plan Integral para Adultos Mayores” a implementar el año que viene, que busca por ejemplo poner a disposición sillas y bancos en los espacios públicos de la ciudad, reducir los accidentes domésticos mediante una serie de adaptaciones en el hogar y en el edificio y sombrear las paradas de los colectivos.
Sin dudas, este tipo de medidas ayudarían a que la Ciudad de Buenos Aires se acerque a lo que se dice “una ciudad amigable” con los mayores, -según la OMS, “En términos prácticos, una ciudad amigable con la edad adapta sus estructuras y servicios para que sean accesibles e incluyan a las personas mayores con diversas necesidades y capacidades.”- pero es necesario que estas ideas vayan más allá del papel o de un anuncio publicitario, para materializarse en políticas públicas que se apliquen tanto en el norte y centro de la Ciudad, como en las comunas del sur. Porque la idea es que haya condiciones habilitantes para que lleguen a las paradas de colectivos, es decir, que el recorrido sea fácil desde el momento en el que salen de sus casas y que no haya limitaciones a sus posibilidades.
En lo que respecta a los accidentes de tránsito, el informe de la Defensoría del Pueblo sobre Siniestralidad Vial, brinda un panorama preocupante en lo que hace a esta franja de la población: de las 92 personas que fallecieron el año pasado en siniestros viales, el 13% fueron mayores de 65 años, y representaron el 7,5% de los lesionados (en total hubieron 9.860 heridos). De las 12 personas fallecidas correspondientes a aquel grupo etario, 9 fallecieron en condición de peatones. Tengamos en cuenta que muchas veces los tiempos de los semáforos priorizan a los vehículos y no a los peatones que no llegan a cruzar en el tiempo predeterminado, y que esta situación es aún más grave para muchos adultos mayores que tienen dificultades para caminar.
Los maltratos son también otros de los temas preocupantes, y que requieren de un abordaje integral y multidisciplinario que se enfoque en la prevención. El año pasado, se registraron más de mil denuncias por abuso y maltrato contra mayores en la Ciudad de Buenos Aires: el principal tipo de violencia fue la psicológica y en la mayoría de los casos las víctimas fueron mujeres. En este sentido, necesitamos fortalecer a través de distintos actores, el valor del respeto mediante campañas de concientización.
«Un tema muy importante que ya ha sido abordado en algunas legislaciones, que es el de la dependencia que muchos adultos mayores tienen para el desarrollo de su vida diaria, y que demanda de servicios y prestaciones para garantizar el respeto a su autonomía individual». Cuenta Saravia
«En definitiva, tenemos que lograr que los grandes puedan vivir una vida en la que puedan ejercer el pleno goce de sus derechos y sus capacidades, y sean tratados y atendidos con el respeto que se merecen. Desde el (CESBA), queremos poner en la agenda pública problemáticas a menudo invisibilizadas, como ésta que afecta a los adultos mayores, para propiciar cambios en beneficio de la calidad de vida de los porteños, con políticas públicas específicas que tengan en cuenta las particularidades de todos y cada uno de quienes viven en esta hermosa Ciudad». Finalizó Saravia
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