Hace tres años que un grupo de observadores de aves sigue una novela que transcurre en los bosques de Palermo. La historia comienza en 2013, cuando en la isla del lago Regatas, muy cerca de La Pampa y Figueroa Alcorta, aparece una aninga, un ave de 60 centímetros, cuello largo y pico afilado. Originaria del litoral, los bosques pasan a ser el único lugar de la ciudad donde se puede ver esta especie.
Entre las nuevas especies hay nativas que regresaron a la zona; ejemplares originarios del litoral, la región pampeana y hasta de la Patagonia, que nidificaron o están de paso en su camino de migración; y aves liberadas por porteños o que escaparon de sus jaulas y conformaron una población. Junto a la aninga, el ñacurutú es otra de las especies «estrellas» que ahora habitan los bosques. Se trata del búho más grande de América. Mide medio metro y se alimenta de roedores, palomas y aves chicas. «Lo más cerca de la ciudad que se las veía era en el Delta o en la isla Martín García. Pero desde 2015 las tenemos en Palermo, donde tienen nidos y si uno es paciente, de noche se los puede ver cazar», asegura Cinthia Guevara, veterinaria y una de las observadoras que acompañó a Carús con sus registros.
El carpintero bataraz chico se sumó a la población de la zona atraído por las tipas añejas que hay a lo largo de Libertador y que tienen una corteza fácil de picar en busca de larvas e insectos.
Otros habitantes nuevos son los gavilanes mixtos, un ave rapaz que mide medio metro y se alimenta de roedores y palomas. El pato picazo, originario de las lagunas pampeanas, también se instaló en los lagos de Palermo. Pese a lo que muchos creen, Carús explica que pueden volar mucho y alcanzar un nuevo hábitat lejos de su lugar de origen. Un pájaro de la Patagonia, el yal negro, en cambio, empezó a usar los bosques como un lugar de descanso en su camino hacia zonas más cálidas durante el invierno.
Las 44 especies nuevas y las 126 ya registradas que se podían ver en la zona figuran en el listado que se puede descargar en Facebook en la página del Club de Observadores de Palermo.
Hay once variedades de aves rapaces, nueve de garzas, ocho de loros, ocho de patos, ocho de golondrinas, seis de palomas, cinco tipos de búhos o lechuzas que cazan durante la noche, cuatro de gaviotas y tres de carpinteros, por citar algunos ejemplos.
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