
Corrientes es emblema. Fue calle, avenida angosta y luego ancha. Con veredas reducidas al principio y con el tiempo las fueron ampliando. La Avenida Corrientes fue y es la bandera del porteño, un símbolo de la Ciudad que en los próximos meses enfrentará un nuevo e histórico cambio: será peatonal. Dividida por un cantero, el lado derecho estará destinado a taxis y colectivos, y el lado izquierdo podrá ser transitado por peatones durante la noche.
Las obras de la primera etapa comenzaron en enero y consisten en la ampliación de veredas del tramo que va desde Carlos Pellegrini y Florida. Más adelante arrancará una segunda etapa, entre Callao y Libertad. La cuadra entre Libertad y Cerrito quedará sin cambios para facilitar el tránsito en la zona del Obelisco.
La obra que ya se lleva a cabo entre Carlos Pellegrini y Florida contempla la puesta en valor de las veredas y su ensanche a 2,60 metros. Se incorporan áreas de descanso, con mobiliario urbano, y se reconstruyen ochavas, que se hacen más amplias que las convencionales. Además se colocan bolardos, soterrado de todos los cables y obras pluviales. También se nivelan los cruces transversales, lo que obliga a los autos a bajar la velocidad. Y los seis carriles quedarán reducidos a cuatro. También armarán dársenas para carga y descarga, para camiones de caudales, estacionamiento para motos, y paradas de taxis y colectivos.
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