El Pabellón del Centenario es el único edificio de los 35 que se construyeron para los festejos de de los 100 años de la Revolución de Mayo que aún «sigue en pie». En realidad, esa es sólo una manera decir, ya que está tan deteriorado y presenta un estado tan avanzado de abandono que peligra su estabilidad.
Desde el año pasado, en el marco de la venta futura de los terrenos en los que está ubicado, se lanzó un plan para restaurarlo y que pueda ser visitado por vecinos y turistas
Según datos de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, el globo terráqueo y las piezas escultóricas, dos elementos que lo distinguieron, ya no existen. Sus muros están llenos de grietas de donde emergen arbustos. Muchos de sus vidrios están rotos, se cayeron revoques y cielorrasos. Las columnas están agujereadas y los pisos de madera prácticamente no existen.
Todo el polígono son 4,4 hectáreas que hoy cuentan con gran accesibilidad al transporte público. Además, con el tiempo, la zona mutó de un área aislada a un barrio totalmente urbanizado. Desde hace dos décadas, en el predio funcionan supermercados de la firma Cencosud y el Pabellón quedó perdido y abandonado.
Un proyecto de ley presentado el año pasado en la Legislatura porteña y aprobado en primera lectura, planea recuperar el edificio para salvarlo, conservarlo y abrirlo al público con actividades culturales.
Hace menos de un mes se realizó una audiencia pública por la venta de los terrenos y la recuperación del pabellón, y pronto el proyecto regresará al recinto para su aprobación final.
Cuando eso suceda, el Gobierno pondrá manos a la obra también para revalorizar la zona y mejorar el espacio público. Eso implica que el predio tendrá, en el futuro, un 65 % del lugar destinado a áreas verdes, y un 35 % para la construcción de edificios que no superen los nueve pisos.
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