Con el objetivo de prevenir que se propague el coronavirus, agrupaciones que integran distintas murgas de la Ciudad de Buenos Aires le informaron al Gobierno que no habrá Carnaval callejero. Es la primera que se suspenden desde el regreso de la democracia.
Según anunciaron, transmitirán por streaming sus actuaciones y muestras, además de realizar radios abiertas y murales para «mantener vivo el Carnaval». Plantearon, además, el armado de «muestras fotográficas itinerantes» sobre los carnavales y la realización de murales por parte de las agrupaciones que lo deseen.
«Más de cien agrupaciones de carnaval decidimos en una reunión general suspender cualquier salida en espacio público, al aire libre o cerrado que pudiera llegar a tener algún tipo de concurrencia», explicó el delegado de las murgas del Circuito Carnaval Porteño, Felipe Fiscina.
Sin embargo, propusieron que los corsos se realicen en julio con los históricos corsos populares, barriales y gratuitos en su formato tradicional.
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