La mítica construcción, instalada a menos de 100 metros del Obelisco, fue declarada en 2014 Patrimonio cultural de la Ciudad de Buenos Aires y sus herederos buscan darle un uso cultural.
“Estamos con un proyecto para reconvertir las oficinas en distintas opciones que incluyan propuestas culturales. Esto puede incluir desde albergues estudiantiles hasta salas de conferencias que mantengan la estructura de los estudios de radio que fundó mi bisabuelo en 1929”, explicó Diego Sethson, bisnieto del inmigrante español Rafael Díaz – quien construyó el inmueble en 1927.
Y agregó: «Puede ser un espacio para presentaciones, exposición de obras de arte y hasta para espectáculos de tango en sus pisos de pinotea originales. A esto se le puede agregar algún sector de gastronomía para explotar la vista de la terraza y visitas guiadas para contar la historia».
Este chalet, inspirado en los de la Ciudad de Mar del Plata, tiene dos pisos y un altillo. El techo fue realizado a dos aguas y con una marcada inclinación. Funcionó como un estudio fotográfico, con una vista privilegiada y, en los años ’80, hasta sirvió de comedor de las oficinas.
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