El objetivo principal era mantener el orden y la seguridad en las inmediaciones del Estadio Monumental. Con esta acción, se frenaron a 79 trapitos mientras intentaban extorsionar al público y a los vecinos de la zona.
Hubo más de 1.000 efectivos de la Policía de la Ciudad, con controles por derecho de admisión (a través de Tribuna Segura) y deudores alimentarios. Los oficiales estuvieron desplegados en las cercanías de la cancha y en los tres anillos de seguridad. Además, en un despliegue que contó también con agentes de tránsito y prevención, se sumaron 120 cadetes para el ingreso de los hinchas.
Además, se labraron contravenciones por reventa de entradas, uso indebido del espacio público, ingresar sin entradas o incitar al desorden, actividades lucrativas no autorizadas, suministrar bebidas alcohólicas, ensuciar bienes, intentar ingresar pirotecnia y banderas no autorizadas, y por provocar a la parcialidad contraria.
El operativo fue organizado por el Ministerio de Seguridad, a través del Comité de Seguridad en el Fútbol.
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