En las calles Malabia, Armenia y Gurruchaga, entre Charcas y Santa Fe, en Palermo, un grupo de personas que se autoproclaman «trapitos» advierten a los vecinos que deben pagar para poder estacionar allí sus autos durante la noche. Una imposición que los vecinos aceptan, acaso, por los altos costos de los estacionamientos. Semanas atrás, una vecina intentó estacionar su auto sobre Armenia, a metros de Santa Fe. Uno de los cuidacoches, con una extraña credencial del gobierno porteño en el bolsillo de la camisa, le preguntó cuánto tiempo se iba a quedar en el lugar. Tras conocer la respuesta de la mujer, le exigió una tarifa. Ella se negó; dejó el auto estacionado y se fue. Al día siguiente ocurrió la misma situación, pero esta vez no la dejaron estacionar sobre Armenia. Entonces, fue hasta la calle Malabia y dejó su auto entre Charcas y Güemes. A la mañana siguiente, encontró un papel en su limpiaparabrisas. «Acá, para estacionar, hay que pagar. Te lo advertimos. Hablá con el encargado de la cuadra», decía la nota, en letras mayúsculas. La vecina se asustó y no volvió a dejar el auto en la zona. Desde ese día, cada vez que llega de su trabajo debe dar vueltas para encontrar el sitio indicado, ya no tan cerca de su casa. «A varios vecinos nos advirtieron sobre situaciones similares, pero nosotros nunca los vimos», dijo a LA NACION un policía que cada noche patrulla la zona. Al parecer, con la rigurosidad de un sereno con mal sueño.
Comuna 2
Palermo,»trapitos» y una carta de terror
Comuna 2
Facebook
Twitter
RSS