Desde hacía 6 años que el mecanismo fallaba e incluso se había roto uno de los pétalos. Finalmente la Floralis Genérica, la escultura metálica instalada en la Plaza de las Naciones Unidas, volvió a florecer.
En medio de los trabajos de reparación que viene realizando el Gobierno porteño desde fines del año pasado, sus pétalos volvieron a abrirse y cerrarse.
El monumento está ubicado en el cruce de la avenida Figueroa Alcorta y Austria, en el barrio de Recoleta. La impresionante obra, creada por Eduardo Catalano e inaugurada en abril de 2002, empezó a ser arreglada en septiembre. Uno de los puntos más preocupantes que disparó la reparación fue un pétalo de la flor que estaba a punto de caer con un peso de más de 3.500 kilos.
La escultura de metal fue diseñada originalmente para abrir sus pétalos de día y cerrarlos durante la noche.
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