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«Carne con grasa, pelos y hasta virulana en la comida de las escuelas porteñas»

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La legisladora porteña por el FpV, Claudia Neira, se refirió a las denuncias por la desidia en los comedores escolares de la ciudad, sistema que, inclusive, está privatizado y le cuesta a cada alumno 800 pesos por mes.

Falta de alimentos, contratos con empresas privadas proveedoras entrecruzadas, comida en mal estado, y hasta pedazos de lana de metal en los platos de los alumnos; son algunas de las denuncias que viene acumulando el Gobierno del PRO en la ciudad y que hoy se suman a los ya conocidos problemas edilicios que sufre el sistema educativo porteño.

Padres de la escuela Rodolfo Rivarola de la calle Helguera 3341, en el barrio porteño de Villa Del Parque, se quejaron por haber encontrado pedazos de lana metálica en los platos de comidas de sus hijos, e inclusive comida en mal estado, entre otras cosas.

Abocada al tema se encuentra Claudia Neira, legisladora del Frente para la Victoria, quien tomó conocimiento “a través de una madre” quien le acercó la denuncia de un “grupo de padres que advirtió la situación”.

“Carne incomible y grasosa, pedazos de virulana, pelos” fueron algunas de la cosas que los padres denunciaron en la raciones que proporciona el gobierno de Macri a comedores escolares porteños.

A propósito de esto, Neira contó que “como es un sistema que es privatizado, decidimos en primer lugar ver quién era la concesionaria”, lo que los llevó a detectar a “empresas que se presentaban a licitaciones con distintos números de CUIT”, y que sin embargo “compartían domicilio”, y agregó que “empezamos a ver que existían informes en la Auditoría de la Ciudad y de la Defensoría del Pueblo desde ya hace unos años”.

“Siderum, Hispan, Torrado, entre otras, están todas entrecruzadas”, sostuvo Neira acerca de las empresas locatarias de la ciudad y sostuvo que de esta manera “lo que logran es evadir año tras año que les nieguen concesiones por denuncias anteriores”.

Por otra parte, Neria informó también que “estas empresas son las encargadas a la vez, de llevar adelante los controles bromatológicos correspondientes”, porque “se terminó con un sistema de control eficiente y ajeno a las empresas que existió hasta el 2005”.

La legisladora porteña señaló también que esto es así, mientras “los alumnos tienen que pagar 800 pesos al mes para comer en la escuela” y agregó que “esto sucede mientras le damos a las empresas este gran negocio de 1300 millones de pesos al año para que los chicos coman virulana”.

Por último, Neira informó que “ya presentamos tres pedidos de informes”, y que sin embargo, a pesar de la gravedad del tema “no han sido tratados en la legislatura porteña”.