
En este sentido, la Metropolitana aumentó los casos de violencia, la Policía Federal siguió siendo la más persuasiva de todas (fue denunciada en 195 ocasiones, el 75%) y la Gendarmería redujo su participación en términos relativos y absolutos. El informe también sostiene que los barrios del sur son los que más cargan con los efectos de la violencia policial.
El Sistema de Registro y Seguimiento de Intervenciones de la Procuraduría de Violencia Institucional incorporó en ese período 238 causas relativas a hechos de violencia policial sobre niños, niñas y adolescentes en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires.
Entre las modalidades de violencia denunciadas la que aparece con mayor frecuencia es la producción de dolor y sufrimiento mediante el uso de esposas. El documento sostiene que las esposas, en lugar de una herramienta de seguridad.
De las fuerzas de seguridad activas en la CABA, la más denunciada es la Policía Federal. Reúne el 75% de los casos (195 denuncias) y se mantiene a la cabeza en la actividad de maltratar a los adolescentes detenidos en comparación con el año anterior, en una proporción constante. En cambio, la Metropolitana es la única que duplicó su participación como fuerza de seguridad violenta contra niñas y niños, pasando a ocupar el 14 % del total con 36 denuncias, de las cuales en 29 tuvo actuación exclusiva, sin participación de otras fuerzas.
Finalmente, y para explicar en parte cómo se sostiene el sistema de la inseguridad desde las fuerzas de seguridad, el informe concluye con un dato, obtenido con la colaboración de la Comisión de Seguimiento del Tratamiento Institucional de Niños, Niñas y Adolescentes de la Defensoría General de la Nación: sólo 2 de cada 10 causas continúan en trámite al año de haber sido abiertas.
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