
Lotería Nacional clausuró 94 máquinas tragamonedas del Hipódromo de Palermo y 88 de los barcos casino de Puerto Madero porque no cumplían con los requisitos de seguridad. Lo que en otro contexto sería una inspección de rutina, hoy tiene un fuerte significado político: en todos estos años, los inspectores del organismo que controla el juego en el país nunca habían pisado las principales salas de apuestas de la Capital Federal.
Los controles comenzaron hace una semana. Unos 15 inspectores visitaron durante todo el día la sala de juegos del Hipódromo, y otro tanto fueron a los barcos. Días atrás encontraron que varias máquinas carecían de los certificados del fabricante y de algún laboratorio internacionalmente reconocido, dos requisitos obligatorios para garantizar que las tragamonedas son seguras y no hacen trampa. Tras darle plazo a los operadores para que respondieran, y como estos reconocieron que carecían de los papeles, ayer los inspectores clausuraron las máquinas.
En tanto, también encontraron que varias tragamonedas no contaban con un sistema de emergencia llamado UPS, cuya función es mantenerlas activas durante al menos 15 minutos en caso de que se corte la luz en la sala.
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