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Ahora, la lista de Lousteau

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En la categoría jefe de Gobierno, hay tres nombres firmes: Martín Lousteau, Graciela Ocaña y Andrés Borthagaray. Los dos primeros, compartirán la lista de legisladores. El restante, en cambio, presentará su propia nómina. La lista final, se conformará por Sistema D’Hondt con un piso del 22 por ciento interno.

En cuanto a la lista que acompañarán a Ocaña y Lousteau el tema es más complejo. Si bien había un acuerdo cerrado hace meses, las negociaciones aún siguen enfocadas más a qué espacio ocupará cada partido que a los nombres.

El acuerdo original establece que el primer lugar es para el Partido Socialista, y Roy Cortina es número puesto.El segundo lugar le correspondería a la Coalición Cívica, que postularía a Maximiliano Ferraro.

El tercer lugar, lo ocuparía la UCR, donde reinan los rumores. De ser Cortina y Ferraro los dos primeros, el radicalismo debería postular a una mujer para cumplir con el cupo femenino. De ser así, no hay nada firme y muchos nombres en danza. Además, el radicalismo debe definir cómo reparte sus espacios puertas adentro: de dos lugares expectantes que tendría, uno ocupará un dirigente de La Cantera Popular, y el otro se elegiría en el Comité Capital. Carlos Macchi, Leandro Halperín, María Maratea, Emiliano Yacobitti, algunos de los nombres en pugna.

Luego, el cuarto lugar está reservado para Confianza Pública, que ya tiene dos nombres en carpeta: Marcelo Depierro –postulado por Ocaña-, y Hernán Gómez –apoyado por Daniel Amoroso-.

En quinto lugar el exministro Lousteau tiene reservado a alguien de su riñón para que integre la lista, pero hay un total hermetismo sobre nombres. En sexto lugar, nuevamente la Coalición Cívica podría colocar un nombre, que dependerá de lo que defina Lousteau para definir si es hombre o mujer. Luego, Confianza Pública ubicaría al restante precandidato en séptimo lugar.

Luego, el PSA busca un lugar para Virginia González Gass, que está en condiciones de renovar su mandato. Sin embargo, si el nombre de la exrectora del Nacional Buenos Aires no está en los lugares con grandes chances de llegar al recinto, el partido elegiría otro nombre para no exponer a la actual legisladora a una candidatura testimonial.

Las negociaciones que no permiten cerrar el acuerdo no pasan por los nombres, sino por las pretenciones de Confianza Pública –último partido en sumarse- de ocupar lugares más cerca de los primeros nombres y no en los puestos 4 y 8 como indica el acuerdo original.

De lograr el partido de la Hormiguita mejores lugares, cambia el panorama ya que los cupos femeninos obligarían a cambiar nombres y abre la puerta a nuevas negociaciones. Así las cosas, en un sector de ECO las llamadas y las reuniones continúan con la vertiginosidad que impone el cierre, y todos apuntan al sábado como momento en que al fin haya humo blanco.