La Legislatura porteña dio un paso más para prohibir la publicidad de bebidas alcohólicas en las calles porteñas. La Comisión de Salud aprobó el despacho del proyecto de ley, que podría ser sancionado antes de fin de año.
De aprobarse la norma, quedará prohibido cualquier tipo de cartel, folletería u otro tipo de anuncio de todas las bebidas que contengan alcohol, independientemente de su graduación. Tampoco se permitirá en el interior de los estadios donde se desarrollen actividades deportivas o culturales.
En tanto, los medios de comunicación que dependen del Gobierno porteño (El Canal de la Ciudad, Radio Ciudad y FM La 2×4) no podrán pasar avisos de bebidas alcohólicas.
Además, las empresas del rubro no podrán patrocinar recitales ni actividades educativas, deportivas o sociales.
A su vez, los avisos dentro de los quioscos deben ocupar al menos el 20% de su superficie con leyendas del tipo «El consumo excesivo de alcohol es perjudicial para la salud» o «El alcohol al volante mata».
Quienes violen estas regulaciones podrán recibir multas de hasta 68.500 Unidades Fijas, lo que hoy equivale a $ 661.025.
El autor del proyecto es el legislador Roy Cortina, presidente del bloque del Partido Socialista, quien aseguró: «Para luchar contra el alcoholismo y el consumo problemático de este tipo de bebidas, es indispensable terminar con el marketing que lo legitima como hábito social, sin importar la cantidad que se toma ni los efectos dañinos que puede producir en la salud y el entorno de las personas».
La iniciativa fue apoyada tanto por el bloque del PRO como por otros integrantes de la oposición. Si bien todavía debe pasar por la Comisión de Espacio Público, parece tener el consenso suficiente para llegar al recinto en breve y ser aprobado sin mayores trabas.
Esta norma se inspira en la ley antitabaco, sancionada hace 11 años y que prohibió las publicidades de cigarrillos para desincentivar su consumo. En el mismo sentido, la legisladora Inés Gorbea, de Sumá+, presentó un proyecto para prohibir también la cartelería y folletería de comida poco saludable, especialmente la destinada a los menores de edad.
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