Nike, Kevingston, DC, Quicksilver y Tommy Hilfiger eran las marcas de las prendas que se vendían donde funcionaba el cine Ambassador, en el microcentro porteño. Claro está, todas apócrifas. Muchos de esos artículos, según los puesteros, se adquirían en La Salada de Lomas de Zamora; el origen de otros podrían ser distintos talleres clandestinos. Ahora la investigación apunta a determinar de dónde provenían y saber quién o quiénes eran los responsables de organizar la feria, distribuir la mercadería y convocar a los feriantes.
La causa (N°12.572/2014) se inició el año pasado y fue radicada en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 9, a cargo del juez Luis Rodríguez. Según voceros de la Policía Federal, comenzó con las denuncias de varios damnificados que se acercaron a distintas comisarías con prendas que habían comprado como originales, pero que resultaron ser imitaciones.
Al tratarse de una infracción a la ley de marcas y designaciones (22.362), el departamento de la Policía Científica convocó a los representantes legales de las marcas en cuestión para comparar las prendas. Al notar diferencias entre las telas, los estampados y las costuras comenzó un seguimiento de las personas involucradas en la feria ilegal y ayer el juez Rodríguez autorizó el allanamiento.
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