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Corrientes recupera tres teatros históricos que se suman a la transformación de la avenida

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Corrientes, la avenida de los teatros, las librerías y los cafés, es reconocida como uno de los principales ejes culturales de la Ciudad. Desde Callao hasta Maipú hay más de 20 teatros, muchos de los cuales albergan más de una sala, y en total convocan más de 3 millones de espectadores al año.

Un dato curioso es que de Callao al Obelisco hay más espacios teatrales, sin embargo, del Obelisco a Maipú hay más butacas porque las salas son más grandes. Además, Corrientes es la única y auténtica «avenida de los teatros», porque aunque se la compare con Broadway, sobre la calle de luminosas marquesinas de Nueva York hay solamente dos teatros, el resto están ubicados en la zona.

Junto con el plan oficial para ensanchar sus veredas y su peatonalización nocturna, Corrientes verá florecer en los próximos dos años algunos teatros históricos, emblemas de otros tiempos, que volverán a levantarse en versiones modernizadas -como parte de complejos de torres y cocheras-, pero que le aportarán más prestigio a la avenida. Se trata de los clásicos Politeama y Odeón.

El teatro Politeama fue inaugurado en 1879 con la presencia del presidente de la Nación, Domingo Faustino Sarmiento. Ubicado sobre Corrientes, casi esquina Paraná, en sus primeros años fue considerado el mejor teatro de la Ciudad y en 1936, con el ensanche de la avenida Corrientes, fue remodelado. Lo demolieron definitivamente en 1958, para construir un complejo llamado Torre Politeama que jamás se concretó. Este caso generó tanta polémica y críticas que al año siguiente se dictó una Ley Nacional, la 14.800, que ordenaba que en caso de la demolición de un teatro, la nueva construcción que ocupara su lugar debía tener obligatoriamente una sala de espectáculos de características similares. La ley sigue vigente.

En el lugar donde estaba el Politeama, en Corrientes 1490 y que estuvo vacío muchos años, se está construyendo una torre de 30 pisos. En el fondo, con salida a la calle Paraná, se levantará un teatro con capacidad aproximada para 700 personas, cuyo proyecto será llevado adelante por 100 Bares, la productora de Juan José Campanella junto a sus socios Muriel Cabeza, Camilo Antolini y Martino Zaidelis.

«La fecha estimada de comienzo de obra es alrededor de julio y estimamos que podemos abrir cuando arranque la temporada del 2020«, cuenta Campanella. «En nuestro caso no es una renovación del espacio, nosotros lo construiremos de cero, desde los cimientos», afirma.

La obra se realiza con el apoyo del Banco Ciudad, a través de un préstamo. “A través de nuestros créditos estamos financiando dos proyectos: la reapertura del Teatro Politeama y el nuevo edificio del recordado Teatro Odeón. Son dos obras que contribuirán al fortalecimiento de la cultura de nuestra Ciudad y con la revalorización integral de la calle Corrientes», dice Javier Ortiz Batalla, Presidente del Banco Ciudad.

«Esperamos tener un teatro de alta tecnología y con más de 700 butacas. Con relación a las obras, a mí personalmente lo que me gustaría es que la gente salga del teatro de buen humor. Así como trato que ocurra con mis películas, quisiera que los espectadores se encuentren con una obra que les hable sobre su vida, que los emocione y los haga sentir bien”, expresó Campanella.

A pocas cuadras de ahí, del otro lado del Obelisco, más precisamente en Esmeralda y Corrientes se está terminando de construir otras torre en el mismo espacio que ocupaba el histórico teatro Odeón. Una sala emblemática que formó parte de un conjunto edilicio integrado por el Hotel Royal (de dos pisos y con doble entrada: una por Corrientes y otra por Esmeralda), la confitería Royal Keller en el sótano y locales comerciales situados en la planta baja. Fue inaugurada en 1892 por iniciativa del empresario cervecero alemán Emilio Bieckert en el mismo terreno en donde antes estaba el teatro Edén. La sala albergaba 800 personas.

En julio de 1896 se realizó allí la primera proyección cinematográfica en la Argentina. En 1985 fue declarado inmueble protegido «por su interés cultural y arquitectónico» según la ley 14.800. Sin embargo, esta protección fue revocada por la administración del intendente Carlos Grosso​ y, en 1991, el edificio fue demolido y se construyó una playa de estacionamiento. Hoy en Corrientes 780 se está terminando de levantar una torre de 37 pisos, un nuevo faro en la Ciudad. También habrá locales comerciales, cocheras y dos teatros para 400 espectadores aproximadamente, aunque aún no se sabe quiénes serán los empresarios teatrales que llevarán adelante ese proyecto.