Una «denuncia urgente» de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra) pesaba desde hace cuatro meses sobre la obra que se derrumbó hoy en Villa Crespo.
La denuncia, dirigida a la Dirección General de Protección del Trabajo del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, fue efectuada el 26 de mayo de este año, y en ella la Uocra solicitaba la «inspección de seguridad».
En esa presentación, se señalan siete irregularidades entre las que se destaca que «falta apuntalar los muros medianeros», precisamente lo que causó el derrumbe ocurrido esta mañana, en el que murió un trabajador y otros dos resultaron heridos.
Desde el gobierno porteño, en tanto, informaron que la obra «se encontraba registrada y no presentaba ninguna denuncia», y adelantaron que «al momento [la obra] fue clausurada por la Dirección General de Fiscalización y Control de Obras (DGFYCO) hasta tanto no se encuentren subsanados los inconvenientes que provocaron el evento.
«Anteriormente, la obra había sido verificada, sin observar irregularidades, en cinco ocasiones por DGFYCO dependiente de la Agencia Gubernamental de Control y en 6 oportunidades por la Subsecretaría de Trabajo del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires», indicó el gobierno porteño en un comunicado.
Un obrero que también trabajaba en la obra dijo, en declaraciones a los medios, que el derrumbe podía haberse evitado «fácilmente». Aseguró que las inspecciones «llegaban hasta la puerta y se iban».
Los obreros denunciaban que no estaban dadas las condiciones para seguir trabajando y la respuesta que les daban era: «Tienen que seguir».
Otro trabajador manifestó a los medios: «Control estricto no hay. Hay gente que viene y dice que uses arnés y otros objetos de seguridad, pero frente a esto no hay arnés que sirva».
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