Luego de un informe realizado por la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires, el auditor Facundo Del Gaiso denunció que existe lo que denominó como “asfalto electoral”. Es decir, el aumento de las obras de mantenimiento de las calles durante los años electorales.
Por otra parte, el informe “Mejoramiento vías de tránsito”, que se aprobó a fines de 2014, encontró que no existe un método sistematizado que permita hacer un seguimiento del estado de las calles en la Ciudad, por lo que los criterios para determinar qué obras son necesarias son aleatorios.
Tomando como referencia el período 2011-2014, la auditoría detectó un “subibaja” en la cantidad de cuadras arregladas por año. En 2011, se hicieron trabajos en 696 cuadras. Fue el año de la reelección de Mauricio Macri como jefe de Gobierno porteño. Al año siguiente, según la información que dio el Ente de Mantenimiento Urbano Integral (EMUI), no se arregló ninguna.
Para 2013 la situación volvió a mejorar y se contabilizaron 2647 cuadras. Era año de elecciones legislativas, en la que el PRO derrotó por pocos puntos a UNEN, con Gabriela Michetti y Sergio Bergman enfrentando a Pino Solanas y Elisa Carrió. Al año siguiente, la curva volvió a ser descendente: 1838 cuadras fueron mantenidas en 2014.
“Resulta evidente que la sobreejecución presupuestaria, es a los fines puramente electoralistas, en desmedro de una eficaz gestión en la materia”, opinó Del Gaiso.
En el EMUI existe un Sistema de Gestión de Pavimentos, para supervisar el mantenimiento y la reparación de las calles o caminos. Al hacer un relevamiento se debe obtener un Indice de Condición de Pavimento (ICP). Sin embargo, el informe infiere que “no existe un inventario completo ni actualizado”.
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