El Tiro Federal de Buenos Aires resiste. La tradicional institución deportiva no solo intenta evitar el desalojo, sino también que Buenos Aires pierda otro espacio verde, en medio de una repentina fiebre inmobiliaria que atraviesa la ciudad. Busca frenar su desalojo, aprobado por la Legislatura porteña, mediante una demanda que presentó contra el gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta, y el nacional de Mauricio Macri. A las dos administraciones del PRO las demanda por intentar vender un terreno declarado monumento histórico nacional y, a la Casa Rosada, la cuestiona por no tomar ninguna medida preventiva.
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El proyecto de la Ciudad fue ratificado por la ley 5558, que crea la Agencia de Bienes porteña, encargada de la administración de los bienes públicos porteños, que totalizan unos 2400 inmuebles que podrían pasar a la venta
La institución centenaria se opone. Su abogado, Andrés Gil Domínguez, ya realizó tres presentaciones en diferentes juzgados para frenar el desalojo.
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Los terrenos habían sido cedidos a la entidad deportiva en 1924. Hoy, el Tiro Federal cuenta con 3500 socios que practican allí fútbol, bowling, natación, gimnasia y otras actividades. Además, allí realizan prácticas de tiro fuerzas de seguridad nacionales y deportistas que tienen en el tiro su pasión. La parcela que quiere tomar posesión el gobierno porteño podría venderse a un valor aproximado de 4.000 dólares el metro cuadrado.
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