La Agencia Gubernamental de Control, a cargo de Juan José Gómez Centurión, clausuró el centro cultural «El Surco», ubicado en Boedo 830, en pleno barrio porteño de Boedo.
Según detallan integrantes del histórico local de Seamos Libres, los inspectores «no se iban a ir sin pegar la faja naranja para intentar clausurar a la cultura popular. No es un problema legal, ni siquiera edilicio y mucho menos de seguridad. Es un problema político, es una forma de concebir a la cultura».
La semana pasada, Gómez Centurión debió ir a la Legislatura porteña para aclarar qué había hecho la AGC para prevenir el incendio en el depósito que la multinacional Iron Mountain tiene en el barrio porteño de Barracas.
Una pregunta del legislador Pablo Ferreyra incomodó a Gómez Centurión. «¿Por qué el organismo que encabeza el ex carapintada es tan efectivo para encontrarle el pelo al huevo en los espacios culturales independientes y tan poco eficiente para los predios de las grandes empresas?», preguntó Ferreyra.
Además, hay que tener en cuenta que el año pasado Seamos Libres, junto a los centros culturales independientes, logramos que los diputados de la Ciudad aprueben la Ley de Centros Culturales, que le da un marco legal a los espacios.
Estos dos últimos motivos habrían motivado al titular de la AGC a mandar a sus inspectores a clausurar el centro cultural.
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