
Los rubros más denunciados en la ciudad giraron en torno a saneamiento urbano, alumbrado, arbolado, atención social, y transporte y tránsito.
Al indagar en las necesidades de quienes residen en la ciudad, aparecieron situaciones que sobresalieron del conjunto y tiñeron, por momentos, la ponderación de extranjeros como de «enamorados» locales.
Así, dentro de las comunas más quejosas de Buenos Aires, las luminarias apagadas no representaron precisamente una excepción. Se trató de una constante en todas ellas, aunque prendió con más fuerza (si se permite el juego de palabras) en la 4, la 11 y la 10.
Los problemas ligados a la basura se colaron en el podio de las postales más negativas que reflejaron sus calles. La falta de vaciado de contenedores y de recolección de residuos, o los sumideros y alcantarrillas tapados, tuvieron peso propio dentro de este apartado.
Las luminarias apagadas o los problemas ligados al arbolado son habituales dentro del 147
Los baches, las veredas rotas, el mal estacionamiento, los vehículos abandonados, y hasta la queja por la queja misma sin solución, figuraron dentro de los más persistentes que puso sobre el tapete la vía pública.
Hubo conflictos derivados de construcciones sin permiso o reclamos por la falta de remoción de escombros o restos de obra, aunque el microcentro porteño -donde no cabe un alfiler- escapó notablemente de esta realidad. En tanto, la mayoría de las zonas porteñas contabilizó denuncias por establecimientos no habilitados.
En simultáneo, quienes viven o trabajan en la comuna 1 protagonizaron con frecuencia discusiones o malos entendidos con empleados públicos. Curiosamente, estos «tironeos» emergieron como un reclamo exclusivo de los barrios nucleados en ella. Los vecinos advirtieron sobre la mala atención recibida y su incapacidad para resolver inconvenientes.
Lejos de las tendencias generales, el inagotable universo del 147 exhibió, además, hechos puntuales que hacia el final de 2014 mantuvieron un estrecho vínculo con los que después se transformaron en los días y meses más críticos del año.
Concretamente, la comuna 11, que encabezó las denuncias relacionadas con el arbolado (recibió un total de 4589 llamados en ese periodo), estuvo bajo la lupa aguda de los vecinos los primeros días de mayo. Los reiterados pedidos de poda, circunscriptos a las inmediaciones de la estación ferroviaria Villa del Parque de la línea San Martín (según los datos aportados por el gobierno de la Ciudad), se iniciaron el viernes 9 de mayo, cedieron el fin de semana, y alcanzaron su pico máximo el lunes 12 (hubo 744 llamados) y el martes 13 (con 525) para luego volver a descender.
El análisis pormenorizado de la base reveló finalmente algunas costumbres y tendencias que siguen los usuarios habituales de la línea de Atención Ciudadana.
Durante 2014, los días lunes acusaron tener una altísima demanda (poco más de 56 mil), seguidos inmediatamente por los martes (muy próximo de ese número). Los miércoles, jueves y viernes mostraron un declive en el conjunto de denuncias hasta casi «desaparecer» y perder dinamismo durante el fin de semana: sábados (15.700) y domingos (13 mil).
Por otro lado, la franja horaria comprendida entre las 10 de la mañana y las 12 del mediodía representó el momento del día elegido por los porteños para plantear sus inquietudes y exigir una solución.
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