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Los garages rechazan la peatonalización

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El proyecto de ley que planea triplicar la zona peatonal en el Micro y Macrocentro de la Ciudad, argumenta todas estas bondades para los vecinos, empleados y gente de paso por la zona. Pero, como en toda reforma urbana de amplio espectro, lo que para algunos redunda en un beneficio, para otros puede significar la hecatombe.

Esta vez, la señal de alerta la dieron los dueños y empleados de garajes y playas de estacionamiento, un rubro que se vería directamente afectado por la reforma. Es que si la ley se aprueba y la obra avanza, podrían cerrar 450 establecimientos que funcionan en el radio y perderse 2.500 fuentes de trabajo, según dicen.

«Nos enteramos del proyecto una vez que fue presentado, y no cuenta con las consultas pertinentes a los sectores involucrados. No tuvimos oportunidad de debatir con el Gobierno o sus legisladores para buscar un acercamiento en las posiciones. Y la realidad es que la cuestión tiene que ser estudiada en detalle», expresa Hernán Martínez, secretario de organización de Soesgype, el sindicato que nuclea a los trabajadores de garajes y playas de estacionamiento.

Ayer, distintas entidades que nuclean a garajistas, fueron a la Legislatura a reunirse con integrantes de la Comisión de Tránsito. Aunque no fueron graves, se registraron algunos discursos, ya que no todos los que fueron pudieron ingresar al encuentro, que una vez que comenzó debió interrumpirse tras una discusión.

Actualmente, las cuadras peatonales son 86 y están comprendidas por el árean que abarcan las avenidas De Mayo, Leandro N. Alem y Córdoba, y la calle Carlos Pellegrini. El proyecto plantea llevarlas a 315, extendiendo el perímetro, al norte hasta Plaza San Martín, al sur hasta avenida Independencia, abarcando parte del casco histórico, y al oeste hasta Montevideo. Con esto, el Palacio de Tribunales queda dentro de la nueva traza peatonal, que también modificará su horario de restricción para vehículos particulares: de las 11 a las 16 actuales, a una franja que abarca toda la jornada laboral, se extenderá de lunes a viernes de 9 a 19. 

«Es una medida inconsulta, para nosotros representa una confiscación de los bienes, lisa y llanamente. Con la primera peatonalización los garajes que funcionan en el área perdieron un 50 por ciento de sus ingresos. Si esto avanza, directamente se mueren, y nosotros no vamos a durar más que un par de meses. Es inviable», sostiene Eduardo Sánchez, presidente de Cagesra (Cámara de Garajes, Estacionamiento y Actividades Afines de la República).

«Nos nos cerramos a ningún tipo de debate que sirva para enriquecer y mejorar las condiciones del tráfico en la Ciudad. Somos conscientes de que al centro porteño entran casi cinco millones de personas por día, pero esto lo quieren aprobar con un trámite exprés, sin convocar a ninguno de los sectores afectados al diálogo», afirma Martínez.

El transporte público de pasajeros queda exento de la medida, pero para los garajistas y comerciantes ésto no soluciona la movilidad en el área. “Les pedimos a los legisladores de la Ciudad que se tomen un mes y medio para viajar en subte y colectivo en hora pico, y que después nos digan”, desafía el líder de Cagesra. Y advierte: «Vamos a cerrar la puerta de todos los garajes para que el Gobierno porteño vea qué van a hacer con todos esos autos que quedan liberados».

Los representantes del sector presentaron alternativas al proyecto, como restringir el estacionamiento en las cuadras a una sola mano, ampliar la veredas para reducir el flujo de autos y limitar la velocidad de circulación en las calles del Casco Histórico. «De esa forma nosotros trabajamos un poco menos, pero no nos morimos«, proponen. Hasta ahora, dicen los afectados, la respuesta siempre fue no.