
Hasta hace pocos años, trece cuadras de las calles Donado y Holmberg eran la cicatriz urbana de la AU3, la autopista que jamás se construyó. Las casas expropiadas para la obra en los 70 llevaban décadas ocupadas y las calles estaban semidesiertas. Hoy este rincón alguna vez olvidado de Villa Urquiza está en camino de convertirse en un nuevo polo gastronómico. De la mano de la construcción de complejos bajos de viviendas con locales en la planta baja y un parque lineal en el frente, ya abrieron una decena de cafeterías y restaurantes de perfil gourmet.
Este renovado vecindario abarca 13 manzanas entre Donado y Holmberg, desde avenida Congreso hasta Carbajal. A través del Ministerio de Desarrollo Urbano, el Gobierno de la Ciudad construyó viviendas en el corredor para las familias que habitaban las viejas casas, demolió las construcciones y subastó 42 parcelas para hacer complejos residenciales. Los edificios no pueden superar los cuatro pisos y en el frente debe quedar una vereda de 15 metros de ancho, donde los desarrolladores deben hacer a su costo un espacio verde. Así se va conformando un parque lineal de 1.500 metros. Aún falta comercializar 12 parcelas y hay obras en construcción, pero el potencial del barrio y su impronta verde ya están atrayendo a emprendedores gastronómicos.
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