
La propuesta, impulsada por Suma+, busca prohibir la actividad en general pero permitir el trabajo de trapitos con autorización, que no podrán cobrarle a los conductores por estacionar pero sí recibir propinas. En el camino quedó otro proyecto del Frente para la Victoria, que quería legalizarlos creando un «Registro de Cuidadores de Vehículos».
Desde 2008, cada año el PRO presenta un proyecto para prohibir a los trapitos, pero nunca logró el apoyo de la oposición. Ni siquiera lo consiguió cuando, el año pasado, suavizó la iniciativa para prohibirlos sólo en las inmediaciones de los estadios. “Vamos a insistir con el mismo proyecto que presentamos otros años y que apunta a la prohibición total de los cuidacoches -asegura ahora Francisco Quintana, el presidente del bloque PRO-. Para nosotros es prioritaria la protección del espacio público de la Ciudad, y vamos a trabajar en la erradicación primero de la actividad de los manteros y después de la de los trapitos”.
El 10 de marzo, la diputada Natalia Fidel (Suma+) presentó una iniciativa que busca regular el accionar de los trapitos «de manera innovadora e inclusiva». Por un lado, propone prohibir la actividad de los cuidadores de vehículos. Pero al mismo tiempo, impulsa la creación de un régimen de excepción a esa prohibición, para que las personas en situación de vulnerabilidad económica puedan convertirse en cuidacoches legales.
El proyecto se ubica en el medio de las posiciones del macrismo y el kirchnerismo. En línea con el PRO, aumenta las penas para quienes pidan dinero a los automovilistas para dejarlos estacionar. Actualmente, la sanción es de uno a dos días de trabajo de utilidad pública o de $ 200 a $ 400 de multa, que puede elevarse al doble para el organizador. Suma+ propone multas de $ 500 a $ 5.000 o de 1 a 10 días de arresto para los trapitos no autorizados. Las penas se duplicarían si el servicio es ofrecido durante espectáculos masivos, se triplicarían para quienes simulen tener autorización legal y se cuadriplicarían para el organizador.
Estos cuidacoches no podrán cobrarle a los conductores por estacionar, aunque sí recibir propinas. Tendrán una zona y un horario asignados y contarán con una credencial, una pechera identificatoria y un botón antipánico. Además, estarán obligados a estudiar o capacitarse en oficios y no podrán quedarse en el programa más de cuatro años.
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