No es novedad que la avenida Cabildo está en obras por la construcción del Metrobus Norte. El tránsito cada vez más pesado, la gente cada vez más molesta como consecuencia de las inevitables demoras; llegar al trabajo transitando por esta avenida puede ser una odisea por estos días.
Sobre todo si se rompe un colectivo que queda varado en medio del único carril habilitado, y esto vuelve imposible el ya lento flujo del tránsito. Un pasajero se bajó para guiar al conductor del segundo colectivo, que evidentemente no podía pasar por el espacio que quedaba disponible de asfalto.
La gente en las paradas tuvo que huir a las calles perpendiculares para ver cómo viajar. Eso ocurrió anteayer a las 13.30. «Por suerte es feriado», dijo un sufrido jubilado, mientras cavilaba hacia dónde ir.
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