La esquina de avenida Del Libertador y Ramos Mejía en el barrio de Retiro, el 40% de los peatones cruza mal, es la esquina más peligrosa de la Ciudad.
En mayo pasado, especialistas de Ghel Architects hicieron un trabajo de campo sobre esta esquina en particular. Se trata de un estudio de urbanismo danés que posibilitó una mejor calidad de vida en ciudades como Nueva York, Londres, Sidney y Copenhague, al reorientar sus diseños hacia los peatones y los ciclistas.
Mediante la observación de por dónde cruzan los peatones, se pudo determinar que al menos cuatro de cada diez personas sorteaban el vallado existente en la esquina, que en teoría, obliga a caminar unos metros sobre Del Libertador hasta llegar a la senda peatonal, y cruzaban indebidamente. Quedaban así expuestas a accidentes en medio de una marea de colectivos, autos y bicicletas, que debían disminuir la marcha para no arrollarlas.
Los estudiosos de las ciudades les dan mucho valor a los senderos de deseo, que marcan y eligen los peatones. Como las hormigas, éstos buscan los atajos y los caminos más cómodos. Por ejemplo, la gran mayoría de los transeúntes evita subir puentes o hundirse en túneles para cruzar una calle. Si tienen la posibilidad de cruzar en superficie, aunque sea de manera incorrecta, harán el camino más corto. Está comprobado estadísticamente.
«La gente cruza mal por esta esquina y eso provoca accidentes. Se harán obras de ensanchamiento de veredas, nos acercaremos lo más posible a la línea de deseo de los peatones y dispondremos la infraestructura posible para mejorar este cruce. Estará resuelto en cuatro meses», pudimos saber que dijo Juan José Méndez, secretario de Transporte porteño.
Consultado sobre por qué los agentes viales no advierten a los peatones para evitar que crucen de manera indebida, respondió: «Se hace, lo que ocurre es que cruza una enorme cantidad de gente. La intersección se encuentra próxima al centro de transbordo de Retiro, donde se realizan aproximadamente 81.450 viajes por día».
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