Se inauguraron un salón de lectura y una librería a puertas cerradas hace pocas semanas y el barrio también cuenta con muestras y festivales al aire libre.
Esta iniciativa fomentada por vecinos y vecinas de San Cristóbal tiene como objetivo fomentar el encuentro y el intercambio de experiencias y saberes, ofrecer actividades culturales y artísticas, organizar muestras y festivales callejeros y seguir sumando propuestas, aun en tiempos de pandemia.
Hace dos meses funciona El patio de Salcedo, un salón de lectura armado por Norberto Payo en el garaje de su casa. Además de prestarlos para leer allí mismo, Payo también compra y canjea ejemplares usados.
La editora Bettina Cositorto, fundadora del sello y la librería virtual Nazhira, y Selva Bianchi, diseñadora y coordinadora de los talleres creativos para la infancia Tiempo no apurado, inauguraron a fines de junio una librería a puertas cerradas. Esta librería está situada en la casa de Selva, un PH antiguo reciclado, repleto de estanterías y bibliotecas que llegan hasta el techo y nació con la idea de armar un espacio cultural para ofrecer una atención personalizada a quienes buscan libros para chicos de excelente calidad tanto visual como en los contenidos.
En el barrio, además, se suman al circuito cultural los integrantes del taller Alikata, encargados de hacer murales sociales en instituciones públicas vinculadas con la salud como la maternidad Sardá y el Hospital Garrahan. Planta Inclán, una sala de teatro que al principio de la pandemia dispuso una heladera chica en la vereda para que las personas dejaran comida preparada para que pudiera llevarse quien la necesitara. También el Centro Cultural Los Pompapetriyasos, creado por vecinos de Parque Patricios y alrededores, que hace teatro comunitario y dicta talleres artísticos, entre otras propuestas culturales.
Facebook
Twitter
RSS