La avenida 9 de Julio fue otra vez escenario de extrema tensión entre la Policía y manifestantes, esta vez por un corte total de los trabajadores de la empresa PepsiCo que reclaman la reapertura de la planta ubicada en la localidad de Florida, cuyo cierre dejó unos 600 trabajadores sin su fuente laboral.
La protesta, en el marco de una Jornada Nacional de Lucha, comenzó pasada las 7.30 horas en la intersección con la avenida Corrientes, en el Obelisco. El corte fue avanzando y llegó a ser total pasadas las 9 de la mañana, incluidos los carriles del Metrobus y la avenida Corrientes.
Pero alrededor de las 10 el grupo de trabajadores levantó el corte y empezó a marchar hacia el Ministerio de Trabajo, con lo que los problemas del tránsito se trasladaron a la avenida Alem.
La tensión creció cuando la Policía de la Ciudad avanzó sobre los manifestantes, pero con la intención de limitar la protesta y no desalojarla como hizo la semana pasada con un grupo de piqueteros ligados al kirchnerismo.
En los últimos días, tanto en el gobierno nacional como en el porteño habían anticipado que la actuación sería diferente ante cada protesta y que no hay orden de desalojar todos los cortes, sino de analizar cada caso. En esta oportunidad, al tratarse de una protesta por despidos, en el gobierno parecen haber querido evitar el costo político de reprimir.
El delegado Leandro Gómez dijo a Télam que la protesta se realiza «en defensa de los puestos de trabajo«.
La jornada de lucha incluye también acciones en las ciudades de Neuquén, Rosario y Córdoba. «Exigimos que se garanticen los puestos de trabajo de todos los trabajadores de PepsiCo«, indicaron los manifestantes.
En tanto, para las 13 está prevista la realización de una audiencia pública en el Congreso de la Nación para tratar el tema de la planta que fue justificado por la empresa en el deseo de trasladar su producción a la ciudad de Mar del Plata, donde posee otra central fabril.
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