La Ciudad de Buenos Aires realizó una ambiciosa promesa, anunció que las seis líneas tendrán una frecuencia de tres minutos antes de fin de año.
El plan, presentado este jueves contempla que los ramales B, C y D serán los primeros en registrar los cambios a mediados de 2016. Según mediciones realizadas por Subterráneos de Buenos Aires, hoy sus pasajeros esperan menos de 3 minutos y 10 segundos para subirse a un vagón.
La inversión prevista para el período 10 de diciembre de 2015-10 de diciembre de 2019 ronda los USD 1.000 millones. Es el gasto más grande del presupuesto de la Capital, por encima de otras obras emblemáticas como las de la cuenca del Arroyo Vega y las del Metrobus.
El plan de acción incluye la incorporación de nuevos coches, automatización y modernización de los sistemas de señales, y la inauguración de nuevas estaciones en las líneas H (Santa Fe, junio 2016) y E (Correo Central, Catalinas y Retiro, 2018).
El gobierno porteño prevé que en el final de la actual gestión se alcanzará una frecuencia cercana a los 2 minutos. Dicen además que la «línea estrella» será la D y contaron que en algunas pruebas recientes comprobaron que los coches nuevos pueden correr sobre una misma vía con una distancia de 60 metros. Hoy la brecha mínima para garantizar la seguridad de las operaciones es de 800 metros.
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