Lautaro Crespo, de 23 años, fue detenido cuatro días después de la rave Time Warp, en la que murieron cinco personas que habían consumido distintos tipos de drogas. El joven no lo sabía, pero antes y después de la fiesta electrónica uno de sus teléfonos celulares había estado intervenido por orden judicial, a raíz de una investigación de una banda narco que vendía éxtasis. Ahora, cinco meses después de la tragedia, lo espera un juicio oral como presunto integrante de una organización dedicada a la comercialización habitual de estupefacientes.
Se trata del primer acusado vinculado a la trágica fiesta electrónica en ir a juicio, aunque en una causa conexa. Así lo dispuso el juez federal Sebastián Casanello, que en las últimas horas clausuró la instrucción del expediente y mandó a juicio a Crespo y a otros acusados: Jhon Giraldo Guerrero, un ciudadano colombiano de 28 años, y Rafael Ramírez Lebrón, de 40 años y de nacionalidad mexicana.
El único de los acusados que estuvo presente en Time Warp, que se celebró en abril pasado, fue Crespo. En su declaración indagatoria, el joven admitió que estuvo en el complejo Costa Salguero durante la rave, pero dijo que sólo llevó seis pastillas para consumir. Los investigadores no tienen duda de que fue a comercializar drogas sintéticas.
En tanto, en la causa abierta por la tragedia están cerca de ir a juicio los empresarios y demás personas que participaron de la organización de la fiesta electrónica, cuyos procesamientos fueron confirmados por la Cámara Federal de Apelaciones. Casanello ya corrió vista al fiscal Federico Delgado y a las querellas para que requieran la elevación a juicio de los procesados firmes.
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