La ciudad comenzó hace tiempo con el cambio de las paradas de colectivo, pero en el barrio de Flores se olvidaron de una y está en las peores condiciones.
Los vecinos cuentan que cuando sopla el viento en invierno, no hay reparo alguno. Si llueve, uno se moja.
Así los vecinos de la plaza del Ángel Gris, en Avellaneda y Donato Álvarez, conviven con un refugio de la parada de dos colectivos que ya no sirve como tal, pues hace muchos meses arrancaron las dos pantallas publicitarias y nunca se repusieron.
Además, el techo de policarbonato está rajado. Cuando llueve, mejor abrir el paraguas.Solicitaron el cambio o la reparación pero hasta sigue siendo un refugio fantasma.
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