La Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) le bajó el martillo a una disputa que se había iniciado en septiembre de 2014 entre los gobiernos de la Nación y de la ciudad por el destino del polígono comprendido entre las calles Crámer, Newbery, Olleros y las vías del ferrocarril Mitre. El traspaso de las tierras nacionales -donde la Corporación Mercado Central construyó una sucursal de supermercados de la Red Comprar- a la órbita porteña se debió a que las nuevas autoridades desecharon el proyecto de la gestión anterior debido a la «emergencia económica» que atraviesa el Mercado Central, según la documentación que acredita la cesión.
La disputa de los 3000 metros cuadrados del predio estuvo signada por las diferencias entre el macrismo y el kirchnerismo, al igual que en otros temas inherentes a la ciudad, como el traspaso del subte, el control del juego, la administración del Puerto o la cesión de la Policía Federal. Algunos de ellos fueron saldados antes del 10 de diciembre de 2015 y otros van camino a eso con la asunción de las nuevas autoridades.
En septiembre de 2014, el terreno de Colegiales sólo era suciedad y abandono, con un tinglado de chapa que atraía a posibles usurpadores. En noviembre de 2015 la imagen era otra: dos estacionamientos -uno para clientes y otro para proveedores-, siete líneas de cajas, cinco filas de góndolas, sectores para venta de carnes, fiambres, panificados, congelados y verduras, y baños para clientes. La nueva sucursal del supermercado de la Red Comprar estaba a punto de estrenarse. Pero los colores políticos cambiaron y el destino del predio, también.
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