Así lo denunció el gobierno porteño, luego de que la escultura de la Loba Romana fue profanada y le robaron las estatuas de Rómulo y Remo. Ante esta situación, se puso otra vez en discusión si el lugar debe ser enrejado para resguardarlo de este tipo de hechos.
En junio de 2014 comenzaron los trabajos para la puesta en valor del histórico espacio verde, que tiene poco menos de ocho hectáreas de superficie, en el barrio de San Telmo. Con una inversión inicial de 23 millones de pesos, las tareas incluyeron la recuperación de monumentos y obras de arte, ya que muchos de ellos habían sido ensuciados con grafitis; también, la renovación de los solados internos y de las veredas perimetrales, para recuperar su estilo histórico, y la instalación de nuevo equipamiento en el patio de juegos para niños.
Pero ahora, tras los destrozos provocados por desconocidos que irrumpieron días atrás en el parque pese a las vallas colocadas para la obra, la Ciudad deberá invertir 100.000 pesos más para su arreglo, según informaron a 15Comunas en la Subsecretaría de Uso del Espacio Público. En tanto, la puesta en valor sigue su curso, aunque con cierta demora a raíz de estos hechos.
El conjunto escultórico de la Loba Romana, emplazado en el parque a metros de la intersección de Brasil y Defensa, se encuentra por estos días sin las estatuas de Rómulo y Remo, que fueron robadas. Es la tercera vez que ocurre desde que se colocó este monumento, uno de los más antiguos de la plaza, y que fue un obsequio enviado desde Roma, cuando se conmemoró el centenario del parque Lezama, en 1994.
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