El planteo no fue de un ciudadano porteño al jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, sino de uno de los integrantes de Improcrash, un grupo de improvisadores teatrales que entrenaron durante toda una mañana al gabinete porteño en la Usina del Arte. El encuentro se suma a otras charlas motivacionales y entrenamientos que el gobierno de Cambiemos impone a sus funcionarios, y que incluyen desde seminarios en felicidad hasta espacios de meditación dentro de los ministerios.
Pero en la reunión del 13 de mayo pasado, donde estaban todos los miembros del gabinete más sus secretarios y jefes de área –se habían reunido allí para la presentación de la nueva marca de la Ciudad, Vamos Buenos Aires–, los actores Paula Farías, Rodrigo Bello y Luciano Barreda los expusieron a sus técnicas de improvisación desde el escenario para, según contaron a PERFIL, “ayudarlos a mejorar sus procesos creativos y de gestión”. El tema que más obsesionó a los integrantes de la platea fue cómo mantener el liderazgo y el poder. “Les explicamos cómo trabajamos la improvisación a partir de valores como escuchar, confiar, aceptar y estar predispuesto al error, que puede servir como oportunidad de cambio. También hablamos de cómo romper estructuras de liderazgo tradicional haciendo eje en un liderazgo horizontal, donde todos opinan, aportan ideas y son escuchados, desde el portero hasta el jefe de Gobierno”, dice Farías a PERFIL. Trabajaron con datos previos de cada funcionario, para sacarlos de su zona de confort: “Sabíamos, por ejemplo, que para Rodríguez Larreta la ansiedad es un valor. Entonces, hicimos un ejercicio para que viera que se puede ser efectivo y creativo sin que te gane la ansiedad”, cuenta Barreda.
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