La boya que funciona con energía solar oxigenará las aguas del lago Soldati, al lado de Los Piletones. El prototipo, que comenzó a funcionar ayer, es un invento argentino que busca incorporar la energía solar al saneamiento de las aguas.
La idea fue de Sebastián Zanetti, un arquitecto de la UBA de 26 años, movilizado por la centenaria contaminación del Riachuelo. «Sabía que existían proyectos de oxigenación de agua mediante cascadas. Pero quería escapar un poco a lo convencional y a la vez que fuera un sistema simple que no requiriera el uso de baterías».
El resultado fue la creación de una boya conformada por una estructura de caños de polipropileno unidos por termofusión. El modelo propuesto consiste en una boya flotante equipada con un panel fotovoltaico, el cual alimenta tres bombas sumergidas que oxigenan el agua mediante circulación y aspersión.
«Sobre esta estructura va la caña de castilla, que crece en la reserva. También hay tierra y plantas autóctonas que suman al objetivo de la fitorremediación», indicó el inventor.
Facebook
Twitter
RSS