
El gobierno porteño tomó el control de las instalaciones para comenzar con la preparación de los animales y su traslado, la piedra fundamental de la transformación hacia el futuro predio: un ecoparque interactivo. Ese proceso ya se inició con los animales chicos y autóctonos, los primeros en ser transportados a sus nuevos destinos. Los ejemplares de mayor porte y los exóticos demandarán más tiempo de adaptación, de entre tres y nueve meses según el caso, antes de emigrar hacia otro hogar.
Los primeros animales en ser trasladados serán aves rapaces, como chimangos, lechuzones y lechuzas de la vizcachera, que recibirán un tratamiento en el centro de rescate que funciona en la Reserva Ecológica de Costanera Sur. Allí pasarán un período de observación clínica y veterinaria para determinar si sufren alguna enfermedad; durante esa cuarentena también se analizará la composición genética de cada ave.
Cada animal representa una historia diferente y se lo debe atender de manera individual. El destino de cada ejemplar se decidirá en función de tres variables: la viabilidad del traslado en función de su edad y situación clínica; la elección de santuarios o reservas donde pueda vivir en mejores condiciones que en el predio de Palermo, y el proceso de manejo o adaptación que requiere cada animal.
La edad y la situación clínica de los animales será determinante para decidir o no su traslado. Los gerontes y los que tengan un riesgo alto de muerte durante un desplazamiento permanecerán en el ecoparque
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