
La Legislatura porteña aprobó ayer un proyecto de ley para que los docentes de la ciudad puedan solicitar una licencia en caso de sufrir violencia de género. El proyecto, que modifica el artículo 70 del estatuto docente, fue consensuado por varias fuerzas políticas: ECO, el Frente para la Victoria, Pro, Coalición Cívica-ARI y el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT).
La ley prevé la incorporación al mencionado artículo de un nuevo inciso, con el objetivo de otorgar a todo el personal docente titular, interino o suplente, una licencia que proteja y defienda su integridad. La cantidad de días que contemplará la licencia será establecida por el Poder Ejecutivo una vez que se reglamente la norma.
«Se trata de un derecho fundamental para los docentes. Es un paso más para instrumentar políticas públicas que contribuyan a la ampliación de derechos», expresó el diputado porteño por ECO, Juan Francisco Nosiglia, uno de los autores de la iniciativa.
«A fines del año pasado, una modificación que reguló las relaciones laborales de la Ciudad incluyó esta licencia para los agentes municipales, pero todavía no había sido incluida en el estatuto docente», explicó Susana Martín, asesora en educación de Nosiglia. «Si bien se venía trabajando en este proyecto específico desde 2015, este año aceleramos el proceso para aprobarlo. La idea es que en un futuro todos los estatutos contemplen esta posibilidad de solicitar licencia», agregó.
«Es la primera vez en el año que una ley sale sin ningún voto en contra», afirmó el secretario general de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), Eduardo López. Y agregó: «Eso muestra el consenso alcanzado para reconocer este derecho de las compañeras».
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