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«Ferizama», ahora el Parque Lezama se llenó de puesteros y los vecinos ya se quejan

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Hace pocos días el Parque Lezama reabrió sus puertas renovado, con nuevos caminos, bancos, juegos, canteros e iluminación. El debate sobre las polémicas rejas quedó en el pasado. Sin embargo, algunos vecinos pusieron el foco en la feria y se quejaron por la invasión de puesteros en sectores internos donde no deberían estar.

Las obras habían comenzado en junio con una inversión inicial de 23 millones de pesos, e incluyeron la recuperación de monumentos y obras de arte, tareas de jardinería y la instalación de nuevo equipamiento en el patio de juegos para los chicos. Las obras se completaron con los senderos interiores, colocación de luminarias LED, bancos de madero, cestos de basura y la reparquización general.

Pero la tranquilidad que se percibe los días de semana se transforma los sábados y domingos con la llegada de “Ferizama”, la feria de artesanos y vendedores que ocupa las veredas de la avenida Martín García. Este paseo de compras funciona desde hace 14 años y cuenta con unos 520 puestos. No obstante, los vecinos se quejan de que el último fin de semana, con la reinauguración, ocuparon sectores indebidos.

El primero que pegó el grito en el cielo fue el director de cine Juan José Campanella desde su cuenta de Twitter: “Vuelven las tiendas al Parque Lezama. Huyen padres e hijos. Talleres clandestinos ya tienen puntos de venta. Fracaso de CABA”. Le siguió la asociación Mirador del Lezama, que se quejó por la “sorpresiva” invasión de vendedores, muchos de los cuales no pertenecen al grupo de artesanos habilitados. Y aunque reconocieron que las obras trajeron seguridad y verde en la zona, también aseguraron que aumentó la cantidad de vendedores en comparación con los meses anteriores a la obra.

Consultado por esta problemática, Patricio Di Stéfano, subsecretario de Uso del Espacio Público, sostuvo que los inspectores de la Ciudad controlan que cada puesto respete su lugar y que no invadan los espacios peatonales. Y sobre las quejas de los vecinos, agregó: “Hay una ley de ferias, que debe respetarse aunque no le guste a alguien. De hecho, la misma ley permite que algunas ferias revendan la mercadería. Y si uno no está de acuerdo, entonces habría que impulsar un cambio de la ley, pero no se puede violar lo que ya está escrito”.