En general, por los pasillos de los tribunales de Comodoro Py pasan personajes oscuros, rodeados de sospechas de corrupción. No es común ver por allí-aunque a veces sucede- a estrellas del deporte mundial.
Guillermo Vilas, el más grande tenista argentino de todos los tiempos se presentó a declarar a indagatoria ante la jueza María Servini de Cubría.
El hombre que «fundó » el tenis en el país tiene que ir a los tribunales de Retiro porque está imputado en la operación de compra venta de los terrenos situados en los bosques de Palermo donde funciona desde hace años el complejo deportivo que lleva su nombre «Vilas Racket Club».
La causa comenzó en 2006 por una denuncia de la Asociación Amigos del Lago de Palermo. Denunciaron que el predio había sido vendido a la empresa Norwalk por un precio que alcazaba los 75 pesos por metro cuadrado.
El fiscal del caso era Miguel Ángel Osorio quien fue ascendido y su lugar es ocupado en la actualidad por Diego Iglesias. En octubre de 2014 Osorio presentó una apelación en la que pedía que la Cámara Federal habilitara la indagatoria para Vilas.
En ese pedido; Osorio describió el hecho como la «venta ilegítima a un precio vil del predio ubicado en el parque Tres de Febrero…de 34.658 metros cuadrados, por un monto de $2.749.274,15 » .
El boleto se firmó en 1999 por lo que aquella cifra en pesos era similar en dólares. La escritura se firmó finalmente en 2002 pero vale la pena recordar, que desde 1990 y por decisión de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, los terrenos estaban afectados al negocio de la empresa Norwalk, integrada por Vilas.
Osorio hizo un cálculo según los precios del metro cuadrado de un terreno en Palermo de acuerdo al mercado inmobiliario de 2001. Por aquel entonces se cotizaba a 1127 dólares el metro cuadrado. Multiplicó ese precio por la superficie del terreno en cuestión y arrojó una cifra que ronda los 39 millones de dólares. Hizo el mismo cálculo con el precio del metro cuadrado de un departamento en Palermo que costaba 1057 dólares y el valor del lugar ascendió a los 36 millones de dólares.
El fiscal sostuvo que «se encuentra determinado que el valor de la venta del predio resultó absurdo, debiéndose haber enajenado a un monto mucho más elevado, pues utilizando cualquiera de los marcadores señalados, el precio queda totalmente desfigurado. «. En la causa judicial, el predio fue valuado en tres ocasiones por peritos tasadores del Banco Nación: en 2010 lo cotizaron en 42 millones de pesos, en 2012 en 52 millones y el 2013 en 62 millones.
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