Unos 200 vendedores ambulantes de origen senagalés se manifestaron en el Congreso, la Jefatura de gobierno y la Legislatura porteña para reclamar contra “los abusos cometidos por la Policía Metropolitana” durante diferentes procedimientos que tuvieron su punto álgido la semana pasada con el allanamiento de un hotel en el barrio de Once y de seis casas particulares en Caballito.
«El abuso policial es permanente: en el operativo del 4 de agosto al hotel familiar de Corrientes al 3.000 actuaron con violencia, amenazas con armas, acusaciones falsas y a varios compañeros les faltó su dinero”, aseguró Abdoulaye Gothé, vocero de los vendedores.
“Los inmigrantes venimos a la Argentina buscando una vida mejor y nos ganamos la vida trabajando, pero desde el Gobierno de la Ciudad sólo recibimos una persecución y maltrato constantes», agregó.
Facebook
Twitter
RSS