
El barrio porteño de San Telmo muestra hoy su peor cara. Lejos de verse repleto de turistas, los manteros ocupan las veredas, obstaculizan la entrada de los comercios y les generan pérdidas incalculables. Defensa, la calle principal, tiene un promedio de 4 locales cerrados por cuadra y los comerciantes hacen malabares para llegar a fin de mes. Como si fuera poco, la zona se ve sucia y oscura y los robos se convierten en moneda corriente.
La Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba) pidió que se declare al barrio en «emergencia» y, según un informe, se convirtió en una de las zonas que mayor comercio ilegal alberga en la Capital. Las consecuencias se ven en las calles, donde la imagen de comercios cerrados se repite incansablemente. Sólo en 10 cuadras de Defensa, Fecoba registró un total de 38 locales vacíos.
«Hace ocho años que soy comerciante de la zona. Los domingos siempre fue para nosotros el día más esperado porque se llena de turistas. Y si bien siempre hubo manteros, hoy hay el doble que un año atrás», aclaró la dueña del local Punto Sur, ubicado sobre Defensa, a metros de la avenida San Juan. La propietaria de esta tienda, que vende prendas de diseñadores independientes, explicó que muchos de los comerciantes ilegales llegan con sus propios diseños (similares a los que vende en su local) pero con precios mucho más baratos. «Es imposible competir con ellos…», sostuvo.
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